Muchas pequeñas empresas en España tienen un problema: acumulan productos que no consiguen vender.
Cada vez más pequeñas y medianas empresas en España se encuentran con el mismo reto: almacenes llenos de productos que no se venden al ritmo previsto y menos margen para invertir, crecer o simplemente mantener su actividad con normalidad.
Desde John Pye vemos a diario este escenario al trabajar con comercios, distribuidores y fabricantes que acumulan excedentes, devoluciones o restos de colección. Para todos ellos, la subasta se está consolidando como una forma sencilla y ordenada de transformar stock inmovilizado en liquidez, sin recurrir a rebajas agresivas ni dañar su posicionamiento de precios.
La propuesta es clara: en lugar de encadenar descuentos que bajan el valor de los productos y afectan a la imagen de marca, las empresas pueden canalizar ese stock excedente a través de subastas online gestionadas por un especialista. De este modo, separan su canal habitual (tienda física o ecommerce) de la venta de excedentes y evitan la sensación de “liquidación permanente”.
La situación actual: consumo más prudente y presión sobre los márgenes
En el actual contexto económico, las familias revisan con más cuidado cada compra. Aunque la inflación se ha moderado respecto a años anteriores, los salarios no han crecido al mismo ritmo y el dinero rinde menos. El resultado es un consumidor que compara más, retrasa decisiones y busca ofertas.
Para muchos comercios, la respuesta instintiva ha sido bajar precios de forma repetida. Sin embargo, esta dinámica tiene efectos a medio plazo:
- El cliente se acostumbra a ver siempre descuentos y deja de aceptar el precio normal.
- El producto parece menos valioso, aunque mantenga su calidad.
- La empresa ve cómo se estrechan sus márgenes, mientras los costes fijos (alquiler, suministros, personal) se mantienen o suben.
En paralelo, el exceso de stock genera su propia factura. Un estudio de AlixPartners (2024) estima que guardar productos sin vender puede costar hasta un 30% de su valor cada año, entre almacenamiento, financiación, deterioro y obsolescencia. Son artículos que, en lugar de aportar, acaban frenando al negocio.
A esto se suma que muchos productos pierden atractivo con rapidez: cambian las colecciones, aparecen nuevos modelos o se deterioran con el tiempo. Encontrar una salida profesional antes de que se devalúen aún más es clave para proteger la rentabilidad.
Rebajas continuas: un recurso cada vez menos sostenible
Bajar precios sigue siendo una herramienta comercial válida, pero su uso continuado para corregir errores de stock plantea riesgos claros para la marca y la cuenta de resultados:
- Los clientes se acostumbran a esperar siempre descuentos y concentran sus compras en periodos de rebajas.
- Quien ha pagado precio completo y ve poco después una rebaja profunda puede perder confianza en la marca.
- Los márgenes se reducen y la empresa pierde capacidad para invertir en marketing, producto o talento.
Investigaciones como la de Rajavi et al. (2024) apuntan a que la exposición constante a rebajas reduce el valor percibido de los productos y desplaza el precio de referencia a la baja. El impacto no se limita a un artículo concreto: termina afectando a toda la categoría y a la marca en su conjunto.
Ante este contexto, muchas empresas buscan alternativas para dar salida a su stock excedente sin inundar sus escaparates físicos y digitales de mensajes de “liquidación”. Ahí es donde la subasta se convierte en una palanca adicional.
Las subastas online: un canal profesional para vender lo que no rota
Con una trayectoria consolidada en Reino Unido y un plan de expansión firme en España, John Pye ofrece subastas online diseñadas para empresas que necesitan dar salida a productos que ya no encajan en su canal habitual, pero siguen teniendo demanda en otros mercados.
El modelo de trabajo es sencillo para la empresa vendedora:
- La pyme, comercio o proveedor identifica el stock excedente que desea vender y acuerda la operación con John Pye.
- Ese stock se transmite a John Pye en una única operación estructurada.
- A partir de ese momento, es John Pye quien se encarga de todo el proceso de subasta con compradores particulares y profesionales.
Entre las principales ventajas para la empresa que vende su stock destacan:
- Acceso a una audiencia amplia y diversa, que incluye particulares, pequeños comercios, distribuidores y revendedores.
- Separación clara entre el canal habitual y la venta de excedentes, de forma que no se dañan los precios ni la imagen de marca.
- Recuperación de liquidez en plazos cortos, sin necesidad de lanzar campañas de descuento generalizadas.
- Un proceso estandarizado, con reglas claras, trazabilidad y seguridad jurídica.
Este sistema ya se aplica en sectores como tecnología, muebles, electrodomésticos, artículos de hogar o devoluciones de ecommerce. Para muchos negocios, se ha convertido en una vía recurrente para convertir productos acumulados en liquidez sin cambiar su estrategia de precios de referencia.
Además, la reducción de stock se traduce en almacenes más ordenados, espacio disponible para nuevas gamas y menores costes de almacenaje, lo que mejora la eficiencia global de la operación.
Todo este proceso se apoya en nuestro centro logístico de 15.000 m² en Aragón, epicentro de las subastas de stock en Europa, preparado para recibir, organizar y mover grandes volúmenes de producto con agilidad.
Subasta de stock: una herramienta corporativa en un entorno exigente
En un escenario marcado por mayor competencia, presión sobre los márgenes y consumidores muy sensibles al precio, la gestión del stock se ha convertido en un factor estratégico para las pymes.
Las subastas no sustituyen al trabajo diario de compras, planificación o pricing, pero sí aportan una vía adicional para:
- Reducir de forma ordenada el exceso de inventario.
- Proteger los precios y la percepción de valor en el canal principal.
- Mejorar la liquidez y liberar recursos para nuevas inversiones.
Desde John Pye ponemos a disposición de comercios, distribuidores y fabricantes una plataforma especializada y un equipo con experiencia en la gestión integral de excedentes.
El objetivo es que cualquier empresa pueda incorporar la subasta a su estrategia de stock de forma sencilla, con un interlocutor único y un proceso claro de principio a fin.
Para las compañías que acumulan productos que ya no se venden como antes, pero quieren evitar una espiral de descuentos, la subasta de stock se consolida como una herramienta corporativa eficaz para recuperar liquidez, ordenar el almacén y proteger su política de precios.
Puedes leer la noticia original en pyme.es: Cómo subastar stock excedente para obtener liquidez rápida sin dañar tus precios